Bárbara Mori se ha sincerado sobre su difícil pasado, compartiendo en el pódcast La Magia del Caos, conducido por Aislinn Derbez, los momentos más oscuros de su vida, incluyendo el abuso familiar, las adicciones y el abandono.

La actriz, conocida por su icónico papel en Rubí, revela detalles conmovedores sobre cómo logró sanar y reconstruir su vida.

En su relato, Mori explicó que creció en un hogar marcado por la violencia y el caos. “Crecí con un padre alcohólico y violento”.

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Bárbara Mori habla de su lucha contra el alcohol y las drogas

“Nos golpeaba a mis hermanos y a mí desde que éramos pequeños”, confesó. Su madre, incapaz de lidiar con esa situación, abandonó el hogar cuando ella tenía tan solo tres años, dejando a los niños en manos de un padre abusivo.

A medida que Bárbara crecía, los patrones de abuso y disfunción familiar se repitieron en su vida. “Cuando algo no salía como yo quería, reaccionaba de manera violenta y destructiva”, dijo.

En un intento por escapar del dolor emocional, se sumergió en las fiestas, el alcohol y las drogas, buscando alivio en sustancias que solo agravaron su sufrimiento.

Curiosamente, fue en el punto álgido de su carrera, durante el éxito de Rubí, cuando Bárbara sintió la mayor vaciedad. “Me sentía vacía y lloraba”, recordó, admitiendo que la fama no llenaba el vacío interno que cargaba desde su infancia.

Esta crisis emocional la llevó a buscar ayuda profesional, un paso que marcaría el comienzo de su proceso de sanación.

La maternidad, sin embargo, fue el verdadero punto de inflexión en su vida. A los 19 años, Bárbara se convirtió en madre, lo que le permitió reconectar con el amor propio.

“Mi hijo fue muy deseado, y aunque el camino no fue fácil, hoy estoy aprendiendo a vivir con amor y aceptación”, compartió.

Hoy, Bárbara Mori es un testimonio de resiliencia, mostrando que, a pesar de los traumas del pasado, es posible sanar y vivir una vida plena.

Con su historia, nos enseña que el camino hacia la paz interior comienza con el amor propio y la valentía para enfrentar los demonios del pasado.