Tras la muerte del papa Francisco, muchos se preguntan cuando inicia el conclave, proceso para elegir a su sucesor en el Vaticano. La Iglesia Católica se enfrenta a un momento clave de transición. Millones de fieles siguen atentos este histórico cambio.
Desde 71 países, los Cardenales llegan a Roma para participar en el cónclave. Su presencia refleja la diversidad de la Iglesia a nivel mundial. Cada uno trae consigo una visión única sobre el futuro papal.
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Las campanas de San Pedro marcaran el inicio de este proceso centenario. El debate sobre el próximo líder espiritual ya está en marcha. Se espera con ansias la señal del humo blanco.
Los pasos para la elección del nuevo Papa
El procedimiento para elegir al sucesor del papa Francisco sigue un estricto protocolo del Vaticano.
Las normas indican que el cónclave no debe comenzar durante los Novediales. Este período de nueve días de luto comienza tras el entierro del pontífice.
En esta ocasión, el funeral está programado para el 26 de abril, por lo que los Novediales finalizarán el 4 de mayo.
A partir de allí, el cónclave podrá iniciar entre el 5 y el 10 de mayo. Esa es la fecha límite establecida por la normativa canónica.

Durante la sede vacante, el camarlengo asume el mando temporal del Vaticano. El actual responsable de esta función es el cardenal Kevin Joseph Farrell. Su rol será clave para garantizar la continuidad administrativa de la Santa Sede.
Los cardenales electores ya se preparan para el cónclave que se celebrará en la Capilla Sixtina. Son 135 en total, provenientes de 71 países, lo que resalta la dimensión global del proceso.
Esta elección se perfila como una de las más internacionales de la historia reciente. Sin embargo, solo 133 cardenales participarán finalmente en la votación del nuevo pontífice.

Los prelados, es decir un superior de un convento o comunidad eclesiástica, como Antonio Cañizares (España) y Vinko Puljic (Bosnia) no podrán asistir. Ambos han declinado su presencia debido a problemas de salud.
Así funciona el proceso de votación en el cónclave del papa Francisco
Solo 135 cardenales menores de 80 años pueden votar en el cónclave. El resto acompaña, pero no participa en la elección del nuevo pontífice.
Las votaciones se realizan en secreto dentro de la Capilla Sixtina. Cada cardenal deposita su voto en una urna especial durante las sesiones diarias.
Un candidato necesita dos tercios de los votos para ser elegido. Si no hay acuerdo, se repite el proceso hasta lograr consenso.

La fumata indica el resultado: negro si no hay papa, blanco si fue elegido. Esta señal visual es esperada por miles en la Plaza San Pedro.
Si persiste el desacuerdo, los cardenales pueden permitir mayoría simple. Esta medida extrema se usa solo tras muchos intentos fallidos.
Una vez electo, el nuevo papa escoge su nombre y aparece ante el público. Así se inicia oficialmente una nueva etapa en la Iglesia Católica.