El derecho a la identidad es fundamental para la inclusión social y el acceso a derechos humanos. En Honduras, se impulsa un proyecto financiado con 40 millones de dólares del Banco Mundial para la identificación de menores entre 6 y 17 años.

El Registro Nacional de las Personas, liderado por Roberto Brevé, implementará el proceso en centros educativos, beneficiando a 1,6 millones de niños y adolescentes en tres etapas durante tres años.

El DNI permitirá agilizar trámites en salud y educación, mejorar el control migratorio y prevenir la trata de personas.

Además, incluye biometría facial y dactilar, garantizando autenticación digital y facilitando la interoperabilidad entre instituciones. Se otorgará un primer documento a los 6 años y otro a los 12, hasta la cédula definitiva a los 18 años.

El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) supervisará la transparencia del proyecto. Honduras se posiciona como pionero en América Latina con esta iniciativa, que fortalecerá la protección infantil y optimizará la gestión gubernamental. Esta identificación facilitará el acceso a programas sociales y asegurará derechos esenciales para las futuras generaciones.