Publicado 15 Ago. 2024
Por: Evelin Borjas
Porque nos Importa: En Honduras urgen clínicas para la salud mental
El enojo crónico afecta la salud física, incrementando el riesgo de enfermedades cardíacas, problemas digestivos y deterioro cognitivo.
El enojo, una emoción universal, puede tener consecuencias profundas en nuestra salud física cuando se vuelve crónico o intenso. Más allá de su impacto en la mente, estudios recientes revelan cómo afecta directamente a órganos vitales como el corazón, el cerebro y el sistema gastrointestinal.
El estudio, dado a conocer en la sección Porque nos Imprta, de TSi, revela que el enojo genera un peor flujo sanguíneo, lo que podría aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas a lo largo del tiempo, comenzando con una alta presión arterial.
Los especialistas también refieren que afecta el sistema gastrointestinal porque durante episodios de ira, el cuerpo libera hormonas que aumentan la inflamación, lo que podría derivar en una serie de problemas digestivos como el estreñimiento.
Además, advierten que el impacto del enfado se extiende incluso al cerebro y la capacidad cognitiva al activar zonas relacionadas con la tensión y el control emocional. Niveles crónicamente altos de hormonas del estrés pueden dañar áreas cruciales para la toma de decisiones y la memoria.
El estudio, llevado a cabo en la Universidad de Harvard en 30 países y con más de 13,400 personas que tuvieron un derrame cerebral o enfermedad cerebrovascular, demostró que el 30% de estas personas había tenido un episodio de enojo exactamente en los minutos u horas antes del evento cerebrovascular.
Enfermedades
Las personas que se irritan con frecuencia someten su cuerpo a altas cantidades de estrés, afectando su organismo. Pueden sufrir problemas gastrointestinales, dolor abdominal, epigástrico, cuadros de diarrea, dolor de cabeza o insomnio.
Cuidar las horas de sueño
Todos los seres humanos debemos dormir de 6 a 8 horas. Es preferible bañarse en la mañana con agua más fría que caliente. En tercer lugar, es importante realizar ejercicio cardiometabólico en lugar de levantar pesas, ya que este último tiende a tensar el músculo, y lo que queremos es relajarlo. También se recomienda practicar técnicas de respiración diafragmática.
Ante esta situación, es imperativo que la Secretaría de Salud brinde atención a los afectados, especialmente en el área de salud mental, mediante redes de psicólogos y psiquiatras en los principales centros asistenciales del país.
Decimos que es imperativo porque cada vez son más los hondureños que sufren estas crisis de ira por varios factores, principalmente el factor económico, que los tiene sumidos en la desesperanza, lo que desemboca en estrés y, consecuentemente, en un deterioro de la salud mental. Como vemos, el problema es grave, y como tal, el gobierno debe brindar soluciones de salud a corto plazo porque esa fue una de las promesas de campaña. Honduras está en nuestras manos.