Durante la semana morazánica, hubo bastante actividad en las zonas centro y occidente del país, con muchos turistas visitando Siguatepeque, el Lago de Yojoa, Comayagua, Intibucá, Esperanza, Gracias y Santa Rosa de Copán.

Aunque aún no hay cifras oficiales del gobierno, los empresarios del sector mencionaron un panorama agridulce, ya que, aunque hubo movimiento turístico, las ventas no fueron las esperadas.

En la zona del litoral Atlántico, conocida por el turismo de sol y playa, el comportamiento hotelero fue similar al del año pasado, pero las ventas no alcanzaron el mismo nivel, lo que indica una contracción económica. Esto refleja que los turistas nacionales tienen menos capacidad de gasto en vacaciones.

En la zona sur, la disminución de turistas y ventas fue evidente, con una caída del 35% en la actividad comercial. Otros factores como el clima lluvioso y el mal estado de las carreteras desmotivaron a muchos vacacionistas a viajar a destinos como Santa Bárbara y Trujillo.

Los empresarios del sector turístico sugieren cambiar la fecha de la semana morazánica debido a las constantes lluvias en octubre. Proponen mover el feriado a julio o agosto para aprovechar el clima seco y asegurar un mejor flujo de turistas. Además, mencionan que la falta de promoción y la infraestructura deficiente son obstáculos para el turismo interno.

Aproximadamente 40,000 hondureños optaron por viajar a El Salvador durante la semana morazánica, dejando una derrama económica de 12,2 millones de dólares (300 millones de lempiras).