En ese sentido, el Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) de Copeco, indicó que para esta temporada se espera una actividad ciclónica cercana al promedio o por debajo del mismo.

Esto, teniendo en cuenta que la comunidad científica internacional, advierte de altas probabilidades que se desarrolle el fenómeno de El Niño a mediados del año, el cual suprimiría la actividad ciclónica en esta cuenca.

De igual forma, esta dependencia del Estado señala que normalmente en cada temporada se desarrollan 14 ciclones tropicales. Sin embargo, para este 2023 se pronostican solo 13.

LEA: Comienza la temporada ciclónica en el Atlántico, ¿cuántas tormentas se esperan?

"De estos, seis podrían convertirse en huracanes, de los cuales dos podrían alcanzar la categoría mayor de 3, 4, y 5 en la escala Saffir Simpson", detalló Copeco.

Actividad en el Pacífico

Entre tanto, la Secretaría de Gestión de Riesgo y Contingencias Nacionales recordó que la temporada ciclónica en el océano Pacífico inició el pasado 15 de mayo y al igual que en el Atlántico, culminará el 30 de noviembre.

Además, mencionó que hasta el momento en esa cuenca del Pacífico no se ha desarrollado ningún evento lluvioso de tal magnitud a causa del fenómeno de El Niño. Ello, pese a que en este océano, se espera una temporada ciclónica un poco por encima de la media climática.

Fenómeno de El Niño

Luego de tres años consecutivos de un inusual, persistente y prolongado fenómeno de La Niña, que afectó a los patrones de temperatura y precipitaciones en distintas partes del mundo, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) alertó sobre la posibilidad de que durante los próximos meses se produzca un episodio cálido del fenómeno El Niño.

Las probabilidades de que se forme este fenómeno natural durante la primera mitad del año son bajas (15 % en abril-junio), aunque aumentarán progresivamente entre mayo y junio (hasta un 35 %) y crecerán notablemente entre julio y agosto (55 %).

Sin embargo, la Organización matiza que estas previsiones dependerán de la elevada incertidumbre asociada a las predicciones en esta época del año.

Las probabilidades de que se produzca este fenómeno son bajas pero elevadas a partir de julio y agosto. La posibilidad de que hasta 2026 haya por lo menos un año con las temperaturas más altas jamás registradas es del 93 %, según la principal autoridad de la ONU en meteorología.

Aunque El Niño y La Niña son fenómenos naturales, se producen en un contexto de cambio climático provocado por la actividad humana que aumenta las temperaturas globales, afecta a los patrones estacionales de lluvias y provoca temperaturas más extremas.